La celebración en octubre de las Jornadas Europeas del Patrimonio y su coincidencia en este 2015 con el Año del Patrimonio Industrial y Técnico Europeo, es una oportunidad para analizar la situación de dos magnas obras de la ingeniería marítima relacionadas con la industrialización y el hierro vinculadas a la ría del ibaizabal o de Bilbao.
Se trata del Muelle de Hierro de Portugalete proyectado por el ingeniero Evaristo de Churruca y construido ente 1881 y 1887, y muy próximo, el Puente Transbordador Vizcaya, que es su denominación original, proyecto del arquitecto vasco Alberto de Palacio conjuntamente con el ingeniero francés Ferdinand Arnodin erigido entre 1890 y 1893.
Ambas obras son propiedad estatal del Ministerio de Fomento y su competencia corresponde a la Autoridad Portuaria de Bilbao (APB). Con distintos rangos tienen un carácter monumental estando catalogados Bien de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura, R.D 1459/2012, de 11 de Octubre de 2012, y en el caso de Puente como Bien Cultural Calificado por el Gobierno Vasco en 1984 y Patrimonio Mundial en 2006 por Unesco.
En las dos construcciones se han efectuado recientemente reformas que en realidad han supuesto una grave alteración de la esencia de la obra original, de su autenticidad, con absurdos e incluso ilegales cambios de su concepción espacial, los elementos y materiales iniciales, la textura o el color en definitiva una falsificación del monumento. No son obras intocables dada su función de uso público y a lo largo de la historia por diversas necesidades han tenido leves modificaciones pero cualquier intervención de acuerdo a su rango cultural debe hacerse con criterio de restauración científica. Condición que exige se proyecte por técnicos cultos con arraigados criterios patrimoniales y sobre todo con sensibilidad que antepongan el respeto a las preexistencias y que cualquier modificación sustancial quede debidamente documentada e incluso contrastada.
Inexplicablemente, dado el rango cultural de ambas estructuras, han carecido de un Plan Director para la intervención. Nada de todo esto ha existido y a la vista queda el deplorable resultado.
Texto: Iñaki Uriarte, Arquitecto