Ciudad Flexible. Bases para un territorio resiliente
¿Puede proyectarse una ciudad o un territorio para que su funcionamiento sea flexible?
Se considera la flexibilidad como una aproximación a la gestión del territorio y la ciudad bajo la consigna de “restringir para posibilitar” y la resiliencia como la capacidad de adaptación sin pérdida de las características claves. El entorno construido donde vivimos y convivimos debería proyectarse como un lugar fértil para la creación de escenarios que estimulen aquellas formas de habitar adaptables al volátil contexto socioeconómico, posibilitando y promoviendo respuestas creativas, lo que configuraría las bases de un territorio resiliente. La actividad urbanística se acompaña de una regulación normativa que, en su afán por normar, uniformar y simplifica la complejidad de la cotidianeidad, lo que la convierte en una herramienta coercitiva y rígida, anulando toda la riqueza de situaciones diversas que conforman la vida. Los parámetros urbanísticos, a excepción de los generadores de especulación y deterioro del medio ambiente, deben ser abiertos a la imaginatividad con el objetivo de favorecer la inclusión de posibilidades alternativas no barajadas, sin pérdida de los valores esenciales. Se propone un acercamiento a esta manera de hacer ciudad y territorio.
Ula Iruretagoiena Busturia
Es arquitecto por la ETSASS (2005, matrícula de honor). Desde 2009 hasta la actualidad ejerce como profesora de la asignatura de Proyectos Arquitectónicos en la ETSASS. Ganadora de la beca Fundación Arquia 2003, ha colaborado con los estudios de Izaskun Chinchilla y EMBT Arquitectes. Destacan en su trayectoria profesional el primer premio en el concurso del nuevo consistorio de Zaldibia, finalista en el concurso internacional Jump de Gap 09 y el primer premio en el concurso de BilbaoJardín 2011. Seleccionada como artista emergente vasca en 2009 e incluida en la selección de obras catalogadas para Arquia Próxima 2012.
Su trabajo profesional se desarrolla en el campo del planeamiento urbanístico con la redacción de Planes Generales y colabora en procesos de pensamiento sobre la creación del espacio común. En 2014 funda el espacio nizu que tiene por objetivo establecer una manera de hacer arquitectura más cercana y útil para la sociedad.
Actualmente desarrolla labores de investigación en el desarrollo de la tesis “Proyectar la incertidumbre” bajo la dirección de Laura Martinez de Guereñu. Forma parte del Consejo Redactor de la revista de arquitectura Aldiri, Arkitektura eta Abar. Colabora con Tabakalera Donostia en la programación del ciclo Ciudad y Otras Políticas.